tan solo (sólo) como quieras estar

Friday, July 21, 2006

acido

Thursday, July 20, 2006

De seguro me juzgarán por lo que hice



(cuento corto)

Y vi a un ciego subirse al camión, vendía chocolates chafas. Y yo pensaba en yo viéndome interrumpido por alguien que no me ve viéndome. El motor del camión generaba más silencio que ruido.

Luego entró un poco de aire que removió la fetidez que había incorporado el viejito (si, el ciego era viejito). Y una niña le compró 2 chocolates y dijo “pobrecito”. El dijo “dios te bendiga”, y yo quise ponerle comillas a su frase, pero el silencio de los de la secundaria de gobierno que venían parados me cortaron la inspiración…no vaya a ser.

Nada se movía, el sol me pegaba en la cara, y el cieguito se quejaba. Y yo me imaginé quitándole el bastón y pegándole en la cara hasta el sin-sentido. Pero era demasiado cobarde, no del tipo de cobarde que se sabe ventajoso de los demás y los apuñala por la espalda, yo era un cobarde entre cobardes. Y se subió una chica bella y me dio pena pensarme tan cobarde.

Bache tras bache, tope tras tope, todos moviendo como látigos las cabezas al pasar por ahí…asintiendo su condición de pobres, ja, bache tras bache… no podía creer que la vida me pondría a dejar mi aliento en una ventana inmunda del camión.

De pronto creo que la vida da un giro inexplicable, pues es de noche, y la luna llena de plata mi sonrisa que casi perfora mi cabeza de que no cabe en sí. He subido de nivel en mi vida, la mediocridad ha quedado por debajo de lo que esperaba. Maté al ciego.

Y ahora me siento bien pinche enfermo, de seguro ya me has de andar juzgando.

Desafiando a la musa (creo que es women friendly)





Carta de un ocioso enamorado (ensayo-reseña de dos episodios)

Voy a crearme una musa que adorar, porque siento que no he desperdiciado mi tiempo del todo , creo que una musa en estos momentos cumple con todos los requisitos para que mi vida tenga sentido.
¿Cómo empiezo pues, a describir a aquella mujer que significará mi agonía y me hinchará el pecho cada que paso a algunos metros de ella y llenarme de su aroma mis pulmones y asì convertir un simple proceso respiratorio en una señal de amor.
Salí a caminar un rato para pensar un poco en ti. Pero no me siento inspirado, ni siquiera el humo que expide mi cigarro se convierte en caras exhaustas y desesperadas de mujeres sin forma.
Muchos pensamientos por mi mente, ideas vagas acerca de quien soy atraviesan mi alma, ya ni siquiera pienso en ti.
Fíjate que ya formas parte de mi vida y ni siquiera te he dado un soplo de vida como el que Dios le dio a Adán; de hecho creo que debería sacarme una costilla y hacerte a mi imagen y semejanza, después me arreglo con Dios y las feministas.
Y tu belleza me distrae y no me deja hacer nada y pienso en qué tan bella has de ser y en los momentos que viviremos juntos y muchos otros etcéteras de mirar hacia al cielo y nadar en el fuego, volar en el agua y caminar en el cielo.

Pero no me aceptaste.

Después llego a la conclusión de que no valías la pena, mis esfuerzos siempre fueron en vano. Eres lo peor que me ha pasado en la vida, ya no valen ni mis loas ni mis cantos, ni mis poemas ni nada. Eres parte del pasado que yo quería en el futuro tener presente.

Ya no te quiero, ni siquiera extraño cualquier cosa que me remitía a ti: me llevaste al pecado sin creer en Dios...¡cómo has cambiado!, no eres lo que yo pensé, mis mejores pensamientos hacia ti se han vuelto pronto maldiciones, deja lo reconozco, miedo. Me voy.


La mujer diabólica. La diabla

No negaremos la existencia de amorosos como el arriba mencionado, pero podemos traerlo a colación a esta segunda parte del ensayo.
De entrada tenemos a un hombre que a lo mejor ya se ha enamorado antes, pero a lo mejor nunca le ha pasado eso por la cabeza, después se va haciendo una idea de la mujer ideal para el y después de tanto esfuerzo por lograr una imagen “perfecta”, la destruye al ver que ésta no satisface sus expectativas.
¿Podría ser esto un resumen histórico de las relaciones hombre-mujer?. Me atrevo a afirmarlo sin temor a equivocarme, y es que ningún hombre jamás podrá jactarse de nunca estar en descontento o inconforme con alguna mujer en sus aspectos psicológicos y emocionales, y en la parte física es innegable. Una mujer nunca será suficiente, siempre habrá atracción por otra.
La mujer está condenada a ser una santa, pareciera que no hay un intermedio, todas son putas menos mi mamá y mi y mi hermana, pero no son ni mamá ni hermana de los demás.

Y así, acarreando históricamente una carga abrumadora de presión, la mujer diablo ha pasado de ser aquella que infunde temor a ser una persona vulnerable (sin que esto signifique que no lo era en el pasado)

La buena chica que está bien buena, Jennifer Aniston en su papel en “The good Girl” es un buen ejemplo. Todas las acciones que realiza para no lastimar a nadie son para el ojo común actos propios de una zorra. Su nombre, de entrada tiene cierta intención de provocar: Justine, como la heroína de la novela del mismo nombre escrita por el Marqués de Sade. Todo lo que haga esta mujer (la de la película) suele llevar cargas de conciencia de alturas insospechadas para los hombres.
El sexo es una referencia por excelencia. Los hombre podemos ir por la vida teniendo relaciones con cargos de conciencia ínfimos, pues de hecho lo primero en lo que pensamos cuando vemos a una mujer es en hacer, tener algo con ella; no necesitamos tener una carga emocional respecto a la pareja “en cuestión” para tener un encuentro sexual. Para las mujeres, el tener relaciones es un caso diametralmente opuesto, veamos.
A pesar de ser vulnerables y propensas a contraer una infección o enfermedad (como también pueden los hombres) y a embarazarse; también se enfrentan a las implicaciones “morales” que conlleva tener relaciones sexuales; como que las llamen zorras, fáciles, perras, putas, etc.
Podríamos decir entonces que la mujer es un mito por excelencia, pues todos los significados que giran alrededor de ella se han ido diseñando y perpetuando a lo largo de la historia, ¿serán estos mitos y símbolos un método para perpetuar las relaciones de poder dominante del hombre sobre la mujer?

Sin duda alguna.

Soy totalmente falacia


Cuando mi pequeño cerebro no-moralista me diga que ir con regularidad a un centro comercial (mall) es lo más divertido del mundo, donde encontraré “TODO”, donde seré testigo de la “Fábrica de sueños”, y donde mi futuro espontáneo está a un desliz de tarjeta de crédito o débito de distancia, y mis gratificaciones instantáneas sean el estímulo que necesito para salir de la vida cotidiana (vaya paradoja), me suicidaré.

Pero en serio, porque si en verdad quisiera contemplar el suicidio, sería como darle la razón al sistema, a ese sistema que nos vemos seducidos cínicamente, y no, no hay alguien tirando de las cuerdas como si fuera un titiritero, de alguna manera todos nos convertimos en títeres de otros: somos el pinocho nuestro de cada día que se desentiende de su Gepetto. La vuelta del hijo pródigo es cuestión de unas deudas saldadas.

Y es que no puede haber algo que finalmente nos hallemos desprovistos de cultura a pasos agigantados, en un centro comercial jamás encontraremos un referente propio que te indique a qué cultura perteneces. Los malls repetibles hasta el infinito, las diferencias entre un mall de Zapopan y uno de San Francisco podría ser el tamaño, y variar en cuanto a algunas tiendas. Pues podremos encontrar por allá unos paisanos esbozando un “may i take your order” en acento gracioso, en la sucursal del apetito perdido: McDonalds, y que quizá se sientan más americanos que mexicanos porque cuentan con malls chingones, ja, ilusos.